Landom

Es una historia muy emotiva, de esas que me gustan a mí, con grandes dosis de nostalgia por la vida no vivida y la añoranza de lo que pudo ser y no fue, o de lo que fue, pero de otra manera.

La historia me ha gustado mucho pero leer este libro ha sido un gran reto, creo que el mayor reto que me he encontrado en una lectura.

La razón es su peculiar estilo narrativo. No sé cómo denominarlo exactamente, puede que lírico o prosa poética o poesía sin métrica.

El caso es que la narración es prosa, pero tiene ritmo y tono y no es literal sino todo en forma muy metafórico. Hay que leer con mucha atención para ir desengranando la historia.

Tengo que reconocer que no estoy segura de haberlo entendido todo al cien por cien. Pero poco a poco le he ido cogiendo el puntillo.

Realmente es increíble escribir así, creo que no me había encontrado en un libro tantas palabras y expresiones que no conocía.

Creo que en algún momento lo volveré a leer, no tengo dudas de que en la segunda vuelta me daré cuenta de muchos detalles que no he pillado en la primera.

Creo que es un libro que mucha gente abandonará en la primera página y que otras personas lo encontrán sublime. A mi me ha costado pero estoy muy contenta de sumar a mi lista de lecturas un nuevo estilo totalmente desconocido para mi hasta ahora.