Grita mi nombre

Leire es joven, soñadora, comprometida y quiere cambiar el mundo.

Participa con entusiasmo en todas las acciones sociales que se organizan en su pueblo y se apunta a cualquier manifestación reivindicativa que se celebre, especialmente si en ella participa Alex, del que no sólo está enamorada sino que también admira.

Ane es la hermana melliza de Leire y muy diferente a ella.

Donde una ve talleres solidarios y lucha por ideales, la otra ve la telaraña de manipulación con que los sectores radicales atrapan a los que en un futuro se unirán a sus filas. Disfrazan de ayuda al prójimo y denuncia de injusticias el camino hacia otro tipo de acciones que nada tienen que ver con lo que predican.

Y a Ane eso no le gusta.

Tampoco le gusta Alex y mucho menos cómo trata a su hermana, pero eso no es algo que pueda razonar con Leire.

Así que siguen caminos separados, Ane cada vez más centrada y Leire cada vez mas perdida.

Hasta que Leire llega a un camino sin salida y para cuando se da cuenta de esto ya es demasiado tarde, ya no hay vuelta atrás.

Sólo le queda huir hacia adelante, dejar su querida Pasaia atrás y cambiarlo por Irlanda, en donde intentará recomponer lo poco que queda de su vida.

Pero hay pasados que simplemente no se pueden dejar atrás, a pesar de que un nuevo amor ilumine su vida y de los esfuerzos de su hermana por encontrarla, ha Leire no sólo la persigue su antigua vida, sino que lleva un gran peso con ella que siempre la va a acompañar. La culpa.

A mi es que me encantan las novelas intimistas, de esas que te llegan al corazón y sufres por los personajes, y si ademas le sumas una bonita historia de amor y un toque de ironía, a mi ya me enamora.

Además esta novela tiene una secuela de la que hablaré en el siguiente Post que de verdad es de obligada lectura. Y digo secuela y no segunda parte porque aunque hay una conexión entre ellas las dos son novelas autoconclusivas y se pueden leer de forma independiente, aunque yo recomiendo empezar por esta porque la secuela revela un detalle de esta historia que es mejor no conocer hasta el final, pero vamos que no tienen desperdicio.